¿Cómo funciona un emisor térmico de fluido?

Si eres nuevo en esto de escoger un calefactor, seguro quieres investigar los detalles de cada uno de los modelos. De ese modo te enteras cuál es el más te conviene en términos de economía y eficiencia. El problema está en que existen muchos sistemas de calefacción, y cada uno de ellos tiene sus propios puntos fuertes.

Para ayudarte en tu búsqueda, en este post vamos a hablar de un dispositivo que goza de mucha popularidad en la actualidad: el emisor térmico de fluido.

Veremos cómo funciona, así como sus ventajas y desventajas. La intención es que conozcas todo sobre este equipo que puede llegar a ser muy efectivo para calentar tu hogar en la época de invierno.

¿Qué son los emisores térmicos y cuáles tipos existen?

Los emisores térmicos —como su nombre lo indica— son aparatos que emiten calor y, por lo general, van fijados a la pared y funcionan conectados a una red de electricidad. Estos dispositivos trabajan por medio de un sistema de resistencias que se encarga de generar el calor para distribuirlo en el ambiente.

Hay tres tipos de emisores térmicos clasificados en función a la resistencia que poseen:

En este último sistema haremos énfasis a continuación.

¿Cómo es el funcionamiento de un emisor térmico de fluido?

Un emisor térmico de fluido funciona por medio de una resistencia alojada en su interior. A través de ella, circula un líquido térmico que es el encargado de generar el calor. Cuando la resistencia ha llegado al nivel térmico deseado, el ambiente se calienta de manera uniforme y gradual.

Este tipo de emisor puede tardar un poco más en calentarse que su homólogo de aluminio. No obstante, poseen la capacidad de ofrecer un calor más regular al interior de la habitación.

Además, conservan la temperatura interna alta por más tiempo (hasta unas 8 horas), lo que se traduce en un mayor ahorro de energía.

 

¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de los emisores térmicos de fluido?

Dentro de las ventajas de estos artefactos, se incluye tanto el ahorro energético como su buen precio.

Son equipos que utilizan la energía de forma eficiente; sobre todo aquellos que son de bajo consumo. Esta característica hace que funcionen con energía limpia y que sean amigables con el ambiente.

Además, los emisores térmicos de fluido tienen otras ventajas asociadas, como por ejemplo:

 

Ahora bien, en cuanto a los inconvenientes de utilizar este sistema de calefacción, resalta el hecho de que su uso continuo puede aumentar el recibo de luz mensual.

Otra de sus desventajas es que no es muy bueno en zonas de intensas heladas. Tampoco conviene instalar muchos módulos, puesto se va a disparar excesivamente el consumo de electricidad.

Además, son equipos poco recomendados para habitaciones grandes, y menos aún para calentar una casa completa.

Puedes ver las características generales de los emisores térmicos de fluido en el siguiente cuadro comparativo:

Mecanismo de funcionamientoFuncionan a través de un mecanismo de resistencias que calientan un fluido térmico para luego extender el calor hacia el exterior.
ConsumoSon de consumo bajo. Producen energía limpia, sin olores ni gases tóxicos.
MantenimientoSon equipos de bajo mantenimiento, no necesitan cambio de fluido ni revisiones constantes en su mecanismo.  Además, son aparatos de fácil instalación y que se pueden mover de una habitación a otra sin problemas.
FuncionalidadesLa mayoría de los emisores térmicos de fluido integran termostato ajustable, función Eco, programación de encendido y apagado y mecanismo de seguridad para evitar el sobrecalentamiento de la unidad.

¿Cuál es la diferencia entre los emisores térmicos de fluido con los de aluminio y los cerámicos?

Como ya mencionamos, existen 3 tipos de emisores térmicos: de aluminio, cerámico y de fluido. Entre ellos hay diferencias que, aunque pueden ser sutiles, son de gran importancia reconocerlas.

Los emisores de fluido se diferencian de los de aluminio porque tardan más en calentarse, pero pueden conservar por mayor tiempo el calor en su interior una vez que lo pagues.

Mientras que los emisores de aluminio se enfrían rápidamente cuando ya no están encendidos.

Por su parte, los cerámicos son muy eficientes, puesto que tienen la capacidad de almacenar inercia térmica hasta por 8 horas continuas. Esto es genial, sobre todo, por las noches cuando quieres ahorrar un poco de energía sin renunciar a la comodidad de un clima caliente y confortable.

En términos generales, se pueden resumir las diferencias entre estos tres sistemas de la siguiente manera:

Recomendaciones para mejorar el rendimiento y la eficiencia de los emisores térmicos de fluido

El primer consejo que te daremos es que no cubras el aparato con ropa o con toallas húmedas. Si lo haces, vas a impedir que el flujo de aire circule libremente, por lo que vas a disminuir su capacidad de calentar el ambiente.

Esto también hace que el equipo tarde mucho más tiempo en llegar a la temperatura deseada.

Asimismo, para que el emisor trabaje con su máximo potencial es importante mantenerlo limpio. Para esto, solo necesitarás un paño o bayeta húmeda con agua jabonosa.

Revisa si tu modelo trae un mecanismo de aislamiento para no ensuciar la pared con el polvo acumulado. Si es tu caso, entonces recuerda limpiar esta parte del emisor con mucho cuidado.

Siempre utiliza el termostato del aparato para que no te lleves sorpresas con el recibo de electricidad. Recuerda ajustarlo por las noches o para que solo caliente cuando tú lo necesites.

Si aplicas estos consejos, tendrás un sistema de calefacción muy apropiado para los días más fríos del año.

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